PSICOPATOLOGÍA DEL ADULTO - IC 2021
BIENVENIDOS A LA ASIGNATURA: PSICOPATOLOGÍA DEL ADULTO
I CUATRIMESTRE 2021
¿Qué es la psicopatología? La psicopatología es la
disciplina que analiza las motivaciones y las particularidades de las
enfermedades de carácter mental. Este estudio puede llevarse a cabo con varios
enfoques o modelos, entre los cuales pueden citarse al biomédico, al
psicodinámico, al socio-biológico y al conductual. La palabra psicopatología puede
referirse a: Aquella área de salud que
describe y sistematiza los cambios que se producen en el comportamiento de los
seres humanos y que no pueden ser explicados a través de la maduración o del
desarrollo del individuo y que se los conoce como trastornos psicológicos. Al área de estudio de la
psicología que se centra en estudiar aquellos estados no sanos de la mente de
los individuos, como ya hemos mencionado. De esto se desprende que
cualquier conducta que ocasione malestar, algún impedimento o la discapacidad
como consecuencia del deterioro de las funciones cerebrales cognitivas es
plausible de ser denominado como psicopatología. La psicopatología es una
disciplina que estudia lo anormal, lo desviado, lo desadaptado, lo trastornado,
lo desorganizado, etc; cuyo interés se centra en la naturaleza y las causas de
la conducta anormal o psicopatológica y se plantea como objetivo principal
descubrir leyes que regulan la conducta anormal o patológica mediante el método
científico. El interés de la psicopatología
radica en la naturaleza y las causas de la conducta anormal o psicopatológica.
Sin embargo, es difícil establecer absolutamente y con total precisión lo que
debe entenderse por conducta anormal o psicopatológica, por lo cual es útil
conocer cuáles son los criterios o parámetros que nos permitirán ingresar al
campo de lo anormal o psicopatológico. Perspectiva biomédica de la psicopatología La perspectiva biomédica de la
psicopatología aborda los trastornos mentales como cualquier otra clase de
enfermedad, al considerar que las alteraciones psicopatológicas son generadas
por anormalidades biológicas subyacentes (genéticas, bioquímicas o
neurológicas). Por lo tanto, el tratamiento debe estar enfocado a la corrección
de dichas anormalidades de raíz orgánica. En este sentido, puede decirse
que un comportamiento anormal es una enfermedad sufrida por el funcionamiento
patológico de alguna parte del organismo. Estas enfermedades se hallan
relacionadas con alteraciones en la porción cerebral, las cuales pueden ser
anatómicas (el tamaño o la forma de ciertas regiones cerebrales no están dentro
de los cánones normales) o bioquímicas (cuando los elementos bioquímicos que
contribuyen al funcionamiento neuronal poseen su función alterada). La psicopatología entiende que
los trastornos mentales pueden ser: Orgánicos. Aquellos que poseen
causas físicas evidentes, como ocurre con el Alzheimer. Funcionales. Nuclean a los
patrones de conducta anormales que no ofrecen indicios concretos de
alteraciones orgánicas en el cerebro. Ejemplos de trastornos
psicopatológicos En el caso de los trastornos
psicopatológicos que se desarrollan durante la infancia, niñez o adolescencia
de un individuo, podemos establecer que existen varias tipologías, entre las
que se encuentran: Retraso mental. Trastornos de la comunicación (fonológicos,
tartamudeo, etc.) Trastornos generalizados del desarrollo. Trastornos del aprendizaje. Trastornos por tics. Trastornos de la ingestión y de la conducta
alimentaria. En el caso de los trastornos del
desarrollo se incluyen aquellos que suponen que el individuo en cuestión sufre
de una incapacitación a distintos niveles. Dentro de esta categoría destaca,
por ejemplo, el trastorno autista, que comienza en la infancia y que se traduce
en una serie de incapacidades en lo que es el área psicológica y también en el
conductual. Los cinco sentidos se ven
afectados por anomalías en las personas autistas que, además, se caracterizan
por ser callados, apenas ríen, tienen limitaciones en materia de lenguaje y
comunicación y a nivel físico cuentan con una serie de deficiencias en la
lateralización. Asimismo, dentro de los
trastornos psicopatológicos del desarrollo, se encuentra también el conocido
como trastorno de Rett, que se da en el género femenino y que se asemeja al
autismo en cierta medida. Un retraso mental así como una afección en la
coordinación motriz son las dos señas de identidad de los pacientes de este
síndrome que supone que aquellos cuentan con una severa discapacidad en muchos
sentidos. Por último, resulta interesante
resaltar que el modelo conductual de la psicopatología no marca diferencias
entre las conductas patológicas y las conductas normales, ya que ambas son el
resultado del aprendizaje condicionado por el entorno o ambiente. Por lo tanto,
se le concede una gran importancia a las influencias ambientales en lugar de
las biológicas o genéticas. El tratamiento en este modelo gira en torno a la
modificación de la conducta tanto manifiesta como inferida.